Comprar un celular nuevo siempre es un placer: todo responde rápido, las apps vuelan y la batería rinde como nunca. Pero con el tiempo, la historia cambia: el teclado se congela, sacar una foto tarda una eternidad y hasta abrir WhatsApp se siente pesado.
La buena noticia: no siempre se trata de que tu celular está viejo. Muchas veces, basta con unos ajustes simples para que recupere la agilidad perdida.
1. Limpiá la memoria caché de las apps
Con el uso, las aplicaciones van acumulando archivos temporales que, en teoría, deberían ayudarte. En la práctica, terminan ocupando espacio y ralentizando el sistema.
👉 Andá a Configuración → Almacenamiento → Caché y borrá esos archivos. No perderás nada importante.
2. Eliminá las apps que no usás
Todos caemos en la tentación de instalar juegos, apps de edición o redes que luego quedan olvidadas. Aunque no las abras, muchas siguen consumiendo memoria en segundo plano.
👉 Consejo: revisá tu lista de apps cada mes y borrá las que no usás. Tu Android te lo va a agradecer.
3. Mantené el sistema actualizado
Las actualizaciones no solo traen funciones nuevas. También corrigen errores y mejoran la estabilidad del sistema. Postergar los updates puede dejar tu celular lento y hasta inseguro.
👉 Activá la opción de actualizaciones automáticas por WiFi.
4. Reducí las animaciones
Un truco poco conocido: desde “Opciones de desarrollador” podés disminuir la velocidad de las animaciones. El celular no se vuelve más potente, pero la percepción de rapidez es inmediata.
👉 Ajustá las escalas de animación a 0.5x.
5. Liberá espacio de almacenamiento
Un celular lleno de fotos, videos y archivos funciona como un placard atestado: no queda lugar para nada más. Android necesita espacio libre para trabajar con fluidez.
👉 Usá apps como Files by Google para eliminar duplicados y basura digital.
6. Reiniciá tu celular de vez en cuando
Parece obvio, pero muchos nunca lo hacen. Reiniciar el teléfono limpia procesos en segundo plano y puede devolverle aire fresco al sistema.
7. Considerá un reseteo de fábrica (como último recurso)
Si todo lo anterior falla y tu celular sigue lento, un reinicio de fábrica puede dejarlo como nuevo. Eso sí: hacé una copia de seguridad antes para no perder tus datos.
Conclusión
Un Android lento no siempre es sinónimo de un celular obsoleto. Con un poco de mantenimiento podés extender la vida útil de tu dispositivo y postergar la compra de uno nuevo.
📌 Tip extra: usá accesorios originales (cargadores, cables) para cuidar tanto la batería como el rendimiento.
