Muchos de nosotros, como usuarios de dispositivos Android, a menudo nos encontramos buscando formas de llevar nuestras experiencias móviles al siguiente nivel. Ya sea para potenciar el rendimiento de nuestro teléfono mediante overclocking y así disfrutar al máximo de nuestros juegos favoritos, instalar ROMs personalizadas que ofrecen una experiencia más rápida y fluida, incluso para usar aplicaciones que puedan extender la vida útil de la batería o algo que deberia ser tan simple como desinstalar aplicaciones nativas del fabricante o del proveedor de servicios que rara vez usamos pero que ocupan una cantidad significativa de memoria.
La respuesta a todo esto es el rooteo. ¿Y qué es root? Es tener prácticamente un control total sobre nuestro dispositivo Android, es decir, libertad (Esta palabra ha puesto de moda ultimamente) absuluta en nuestro sistema operativo. El root nos brinda la capacidad de desbloquear el potencial completo de nuestro dispositivo, permitiéndonos personalizarlo y optimizarlo de acuerdo con nuestras necesidades y preferencias individuales.